ESPERANDO EL FIN.
Ni “Lobos”, ni José Manueles, ni Migueles, ni Raules, ni goles, ni árbitros... no hay ningún debate que importe actualmente más allá de la cruda y triste realidad que es que el Real Oviedo camina de manera lenta y silenciosa hacía su desaparición. El Real Oviedo tiene fecha de defunción, una fecha que ya está fijada y que han fijado Alberto González, Dámaso Bances, Ataulfo Valdes, José Costa, Martin Vaca y, cómo no, GABINO DE LORENZO. Tristemente es así, y tristemente esa es la realidad actual del Real Oviedo. Estamos esperando el fin.
El club ha llegado a un punto sin retorno, en el cual no existen decisiones que guarden lógica y que permitan vislumbrar planes de futuro positivos para la entidad. La situación económica es, sin duda, alarmante, pero esto no parece importar a la hora de aumentar la partida de gastos de un club de segunda división “b” que, no nos cansaremos de decir, vive por encima de sus posibilidades de manera muy descarada. La dolorosa realidad es que han acabado con la ilusión del aficionado. Ellos han vencido, los mismos que ahora están sentados esperando como buitres a que su presa exhale el último aliento para apoderarse del cadáver del conjunto de la capital del Principado. Han vencido los mismos que intentaron en 2003 darnos la estocada de muerte, solo están esperando, esperando desde dentro, desde el palco, desde la entrañas del club y desde el Ayuntamiento, a que la situación sea límite para cerrar la puerta con llave y que nadie más pueda volver a entrar. Esta es la única explicación que nosotros encontramos a todo lo que, desde la llegada de este consejo, ha pasado en el Real Oviedo. La realidad es que todo ha sido una cuesta abajo continua y una depreciación sin límites del club. El Real Oviedo está, a día de hoy, infinitamente peor que cuando este consejo llegó y mucho más cerca del fin.
La actual situación no admite dudas. El Ayuntamiento vende humo a muchos de los representantes de la afición, y estos callan, acatan sin rechazo. Tampoco vamos a poner nosotros su oviedismo en tela de juicio, porque lo han demostrado con hechos y en muchas ocasiones, pero seamos valientes y serios, la A.P.A.R.O. actualmente se encuentra a la vera de las directrices que les marcan desde el Consistorio municipal. Les han prometido que esto cambiará, pero estudiemos esa frase con más detenimiento, “esto cambiará”, pero ¿y si no cambia? ¿Y si lo único que busca el ayuntamiento es ganar tiempo hasta que no exista ya esperanza?, ¿Y si el ayuntamiento lo único que busca es apaciguar los ánimos en beneficio de sus intereses electorales como han hecho siempre? Ahí están las hemerotecas.
Si Gabino De Lorenzo quisiera poner solución a una situación insostenible como la actual, lo haría, como lo ha hecho en anteriores ocasiones, con el objetivo de lavar su imagen pública con su supuesto apoyo al oviedismo, a lavar su imagen del pasado para, llegado el caso, poder decir que se ha hecho todo lo que se ha podido. Nosotros decimos NO, si hay que hacer algo por el Real Oviedo es ahora el momento. Hay que poner el club a disposición de gente nueva, honesta, con ganas de gestionar con coherencia y buscando el interés común y, sobre todo, el interés del Real Oviedo, que ni de lejos son los intereses de este consejo. En la actualidad los intereses del consejo de administración y del Ayuntamiento se dirigen a apaciguar a los que luchan y denuncian la situación de podredumbre interna que vive el Real Oviedo. Bien podrían encaminar sus esfuerzos a investigar por qué se da esta situación. Otra opción sería auditar que se está haciendo con el dinero de nuestro club o reflexionar si nos llevan por el buen camino, pero quizás esa reflexión ya esté echa, y el fin último de sus pensamientos sea la muerte del equipo.
Está muy negro el panorama y apesta mucho, demasiado, todo lo que está pasando en Oviedo, por eso nosotros no cejaremos en nuestro empeño de plantar cara a los que actualmente dirigen este club, pero sin olvidar que el responsable de todo esto, es el mismo que ha estado financiando las tropelías de esta gente durante más de tres años, el mismo que permite hacer y deshacer, pero que cuando ve la oportunidad no duda en meter mano, donde sabe que la tiene, para engrandecer su imagen pública. No dejaremos de luchar día tras día, hora tras hora, para intentar revertir el futuro que nos espera con estos personajes al frente, que no es otro que la muerte como equipo de fútbol.
Ni “Lobos”, ni José Manueles, ni Migueles, ni Raules, ni goles, ni árbitros... no hay ningún debate que importe actualmente más allá de la cruda y triste realidad que es que el Real Oviedo camina de manera lenta y silenciosa hacía su desaparición. El Real Oviedo tiene fecha de defunción, una fecha que ya está fijada y que han fijado Alberto González, Dámaso Bances, Ataulfo Valdes, José Costa, Martin Vaca y, cómo no, GABINO DE LORENZO. Tristemente es así, y tristemente esa es la realidad actual del Real Oviedo. Estamos esperando el fin.
El club ha llegado a un punto sin retorno, en el cual no existen decisiones que guarden lógica y que permitan vislumbrar planes de futuro positivos para la entidad. La situación económica es, sin duda, alarmante, pero esto no parece importar a la hora de aumentar la partida de gastos de un club de segunda división “b” que, no nos cansaremos de decir, vive por encima de sus posibilidades de manera muy descarada. La dolorosa realidad es que han acabado con la ilusión del aficionado. Ellos han vencido, los mismos que ahora están sentados esperando como buitres a que su presa exhale el último aliento para apoderarse del cadáver del conjunto de la capital del Principado. Han vencido los mismos que intentaron en 2003 darnos la estocada de muerte, solo están esperando, esperando desde dentro, desde el palco, desde la entrañas del club y desde el Ayuntamiento, a que la situación sea límite para cerrar la puerta con llave y que nadie más pueda volver a entrar. Esta es la única explicación que nosotros encontramos a todo lo que, desde la llegada de este consejo, ha pasado en el Real Oviedo. La realidad es que todo ha sido una cuesta abajo continua y una depreciación sin límites del club. El Real Oviedo está, a día de hoy, infinitamente peor que cuando este consejo llegó y mucho más cerca del fin.
La actual situación no admite dudas. El Ayuntamiento vende humo a muchos de los representantes de la afición, y estos callan, acatan sin rechazo. Tampoco vamos a poner nosotros su oviedismo en tela de juicio, porque lo han demostrado con hechos y en muchas ocasiones, pero seamos valientes y serios, la A.P.A.R.O. actualmente se encuentra a la vera de las directrices que les marcan desde el Consistorio municipal. Les han prometido que esto cambiará, pero estudiemos esa frase con más detenimiento, “esto cambiará”, pero ¿y si no cambia? ¿Y si lo único que busca el ayuntamiento es ganar tiempo hasta que no exista ya esperanza?, ¿Y si el ayuntamiento lo único que busca es apaciguar los ánimos en beneficio de sus intereses electorales como han hecho siempre? Ahí están las hemerotecas.
Si Gabino De Lorenzo quisiera poner solución a una situación insostenible como la actual, lo haría, como lo ha hecho en anteriores ocasiones, con el objetivo de lavar su imagen pública con su supuesto apoyo al oviedismo, a lavar su imagen del pasado para, llegado el caso, poder decir que se ha hecho todo lo que se ha podido. Nosotros decimos NO, si hay que hacer algo por el Real Oviedo es ahora el momento. Hay que poner el club a disposición de gente nueva, honesta, con ganas de gestionar con coherencia y buscando el interés común y, sobre todo, el interés del Real Oviedo, que ni de lejos son los intereses de este consejo. En la actualidad los intereses del consejo de administración y del Ayuntamiento se dirigen a apaciguar a los que luchan y denuncian la situación de podredumbre interna que vive el Real Oviedo. Bien podrían encaminar sus esfuerzos a investigar por qué se da esta situación. Otra opción sería auditar que se está haciendo con el dinero de nuestro club o reflexionar si nos llevan por el buen camino, pero quizás esa reflexión ya esté echa, y el fin último de sus pensamientos sea la muerte del equipo.
Está muy negro el panorama y apesta mucho, demasiado, todo lo que está pasando en Oviedo, por eso nosotros no cejaremos en nuestro empeño de plantar cara a los que actualmente dirigen este club, pero sin olvidar que el responsable de todo esto, es el mismo que ha estado financiando las tropelías de esta gente durante más de tres años, el mismo que permite hacer y deshacer, pero que cuando ve la oportunidad no duda en meter mano, donde sabe que la tiene, para engrandecer su imagen pública. No dejaremos de luchar día tras día, hora tras hora, para intentar revertir el futuro que nos espera con estos personajes al frente, que no es otro que la muerte como equipo de fútbol.
Si estás leyendo esta reflexión/comunicado de SYMMACHIARII, los Ultras del REAL OVIEDO, pero Oviedistas ante todo, y estás de acuerdo con lo que aquí se expone, te animamos a que protestes y luches a tu manera por el conjunto de todos, el conjunto con 84 años de historia de la capital del Principado. La lucha no es solo de unas personas ni de una peña, es una lucha de todos y cada uno de nosotros, y por eso os llamamos a revelaros contra la situación, contra los dirigentes, contra quien pudiendo cambiar las cosas no lo hace ahora que aún hay tiempo.
REAL OVIEDO O NADA.
--SYMMACHIARII 1994 Ultras Oviedo--
(texto sacado de la web de SM94)
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